La Casa Encantada

Hace tiempo me contaron una bonita historia desarrollada !en una casa que estaba encantada!, o eso cuenta la historia.

Hoy me gustaría compartirla contigo ya que considero que la necesitas. Cuando finalices la lectura aprenderás algo muy importante para el día de hoy.

Se cuenta que hace tiempo, en un pequeño y lejano pueblo de Toledo, había una casa abandonada.

Cierto día de verano, un perrito buscando refugio del sol, logró meterse por un agujero de una de las puertas de dicha casa. Al entrar, el perrito subió muy despacio las viejas escaleras de madera, con miedo a que estas se rompieran. Al terminar de subir se topó con una puerta roja semi-abierta; con cautela se adentró en el cuarto. Para su sorpresa, se dió cuenta que dentro de ese cuarto habían muchos perritos más observándolo tan fijamente como él los observaba a ellos.

Contento, nuestro amigo comenzó a mover la cola y a levantar sus orejas poco a poco.
Todos sus amigos imitándole hicieron lo mismo. Se fijó en uno de ellos, le sonrió y le ladró alegremente. El perrito se quedó sorprendido !todos los perros de la habitación también le sonreían y ladraban alegremente con él!.

Se había divertido mucho, pero se hacía tarde y salió del cuarto, se quedo pensando para sí mismo: ¡ Que lugar tan agradable! ¡Voy a venir más seguido a visitarlo!

El perrito contó su experiencia entre sus conocidos y al cabo de un tiempo, otro perrito callejero entró al mismo sitio, subió las escaleras buscando el cuarto, lo encontró y entró. Pero a diferencia del primero, este perrito al ver a los otros perros del cuarto se sintió amenazado, !todos le miraban con desconfianza!. Tan violento se sintió que comenzó a ladrar y gruñir; enseguida descubrió que los perros de la habitación le gruñían y ladraban al mismo tiempo a él.

A este perrito no le resultó tan agradable la visita como a su amico y cuando salió del cuarto pensó: ¡Que lugar tan horrible es este! ¡Nunca mas volvería a entrar allí!

Un día, paseando por este pueblo de Toledo, encontré la vieja casa destartalada de la historia y enfrente de dicha casa descubrí un viejo letrero que decía: «La casa de los espejos»

No eres responsable de la cara que tienes, eres responsable de la cara que pones.

«Todos los rostros del mundo son espejos»… Decide cual rostro llevarás por dentro y ese será el que mostrarás y el que verás en los demás.

Identifica lo que quieres, cree en tí y acompañado del coaching alcanzarás tus objetivos